Elvira Gutierrez – Publicado en Rev. Espacio Humano nº 114 Dic. 2007
En otras ocasiones ya hemos hablado de formas de empleo de diferentes herramientas artísticas para el desarrollo personal, para el auto-conocimiento y para acompañar a otras personas en sus procesos hacia el encuentro de una vida plena y saludable consiguiendo la integración de todo su potencial humano y creativo.
Veíamos como el uso del modelado en arcilla en un contexto de arteterapia puede facilitar el afinamiento de nuestra capacidad sensitiva, y la recuperación de memorias de la etapa preverbal, con lo que esto conlleva de liberación de traumas, si los hubiere, y por otro lado, de apertura y permiso interno para el disfrute de la sensorialidad.
Veíamos también como a través de la pintura espontánea y creativa, se puede acceder a las imágenes de nuestro subconsciente, que se expresa a través de lenguaje simbólico, y que nos ofrece informaciones difíciles de captar por otros medios; para posteriormente, mediante las técnicas del Arteterapia y de la Gestalt reapropiarnos de esas imágenes y aprender a interpretarlas, descubriendo nuestros códigos de simbologías que nada tienen que ver con esquemas rígidos de interpretación sino con nuestra particular forma de percibir y expresarnos, y con nuestro momento vital.
Hablábamos también de la utilización de la música, de la fotografía, y de otras técnicas.
En esta ocasión quiero centrar la atención en una técnica más compleja, porque incluye en sí diversos lenguajes expresivos: la identificación de una serie de personajes con nombre, carácter y características físicas; la elaboración de dichos personajes dotándoles de voces adecuadas a cada uno de ellos; el desarrollo de un guión en el que estos personajes interactúan; y la puesta en escena ante el público. Son las Marionetas.

Todas las variedades artísticas son utilizadas en la actualidad como prácticas terapéuticas tanto con niños como adultos, con enfermos y con sanos que quieren profundizar en su auto-conocimiento y mejorar su calidad de vida. Ahora bien, según el nivel de desarrollo y problemática de la persona, el trabajo con la expresión artística, incidirá en un aspecto o en otro, y tendrá alcances de diferente profundidad.
En un nivel de utilización de bajo espectro, podemos hablar de algunas técnicas relacionadas con la pintura o la cerámica que se vienen empleando desde hace tiempo como terapia ocupacional o como ayuda para la concentración y la relajación, habiendo probado ampliamente su eficacia. Así como del modelado en arcilla o plastilina empleado también ampliamente en las terapias para problemas motores.
En un nivel de mayor amplitud de espectro, aplicable a personas con capacidad y deseo de introspección, tendremos en cuenta ya, no solo la manipulación de los materiales artísticos sino el acto creativo, el cual además de producir una profunda satisfacción, constituye un re-aprendizaje y desarrolla la inteligencia emocional, al tiempo que puede ser una manera de enunciar sentimientos mezclados y escasamente comprendidos para otorgarles claridad y orden; será en esta línea en la que trabajemos ampliamente, prestando más atención al proceso y a los contenidos que nos sugieren las imágenes que van surgiendo.
En este sentido, en Arteterapia Humanista el trabajo con Marionetas lo llevamos a cabo en una etapa ya avanzada del proceso de autoconocimiento, cuando ya somos capaces de identificar los personajes internos que hay en cada uno de nosotros; a algunos los conocemos sobradamente, pero existen otros que todavía nos dificultan la existencia, que entran en pelea a la hora de tomar decisiones, bloqueándonos; como cuando queremos comer y hacer dieta a la vez; estudiar y salir de fiesta; llevar una vida familiar y tranquila, y al tiempo, viajar por el mundo con una mochila. Estos personajes que nos aportan tanto cada uno de ellos por separado y que tanto nos perturban cuando nos hablan al tiempo cada uno por una oreja. Este es el primer camino a recorrer en esta pequeña aventura a vivir con nuestro Teatro de Títeres, descubrir a través de indagación en nuestras Polaridades, Mecanismos de Defensa y Necesidades Insatisfechas, a que personajes queremos sacar a escena.

El siguiente paso es dotar a estos personajes de carácter, desidentificarnos de ellos para poder verlos desde fuera y caricaturizarlos, darles una forma, un nombre, una personalidad y un comportamiento; nos va a ser fácil, porque les conocemos muy bien, llevamos años compartiendo la vida.
Después vendrá la elaboración material de las marionetas o títeres. Aquí atenderemos al proceso, en donde se mostrarán nuestras características personales en acción: la pereza, el perfeccionismo, la duda, la hiperactividad, …. también el sentido del humor, la habilidad manual, la eficacia, la creatividad,…
Existen muchas formas de elaborarlos con grados de dificultad muy variada lo que posibilita su ejecución a cualquier tipo de persona, por mencionar algunos:
- Títere plano, puede ser de fácil elaboración y adaptarse a niños pequeños, si se hace con cartulina recortada, o mas complejo para adultos o jóvenes, que se puede realizar con madera o cartón grueso, recubierto de materiales diversos, y articulado, como los javaneses.
- Títere de guante, (guiñol) la cabeza se mueve con el dedo índice, y los brazos con el pulgar y el central; se puede recrear-transformar a partir de una ya prefabricada o bien, si se desea, se puede elaborar con soportes para la cabeza que deberá ser hueca, con materiales como, un globo, una botella de plástico, un modelo en arcilla,…que después se recubre de papel-maché. Después se atenderá a las manos, vestimenta y accesorios. Es muy rápida de ejecución y puede ser muy creativa.
- Títeres realizados a partir de materiales reciclables, fomentan la creatividad al desarrollar una mirada diferente sobre elementos conocidos y al salirse de la rigidez de lo estipulado como materiales artísticos.
- Títere de hilos ó marioneta, presenta mas dificultades de elaboración y de manipulación, a la vez que es muy rico tanto en su construcción plástica como en sus posibilidades expresivas.
- Títere habitable, la persona puede introducirse dentro para darle movimiento.

Llegados a este punto nuestras marionetas ya son casi un Personaje, tienen Nombre, Carácter, y Forma, pero les falta la Voz – Es difícil el trabajo con la voz, por lo general tenemos nuestra voz como el resto de nuestro ser, limitado e incluso falseado, no solemos permitirnos explorar registros y matices nuevos. Por ello antes de seguir avanzando en nuestro Teatro de Marionetas, trabajamos las posibilidades expresivas de la voz en relación con diferentes emociones: tristeza, ira, miedo, alegría. El objetivo desarrollar nuestro potencial, también en este área.
Ahora ya podemos elaborar el Guión. teniendo en cuenta el tema que se quiere tratar, el número de personajes, las frases recurrentes de cada personaje, …
La culminación del proceso se produce cuando cada persona con sus compañeros de grupo y arteterapeutas como espectadores, hace dialogar a sus personajes internos a través de sus títeres, mientras el grupo escucha atento, respetuoso y divertido. A veces cuesta empezar, a veces se olvida parte del guión, y a veces, gracias a ello, los personajes cobran vida y sorprenden incluso a su autor.
El participante ha imaginado y creado una escena y unos personajes, y una vez metido en el proceso creativo de la representación, vive por unos momentos la magia auténtica del Arteterapia, cuando los mundos internos se exteriorizan y nos podemos reapropiar de ellos para integrarlos, cambiarlos o transmutarlos.

Los mecanismos psicológicos que se manifiestan en los títeres, son en general los mismos que la persona utiliza cotidianamente, pero el trabajo de Arteterapia Gestáltica con Marionetas, al igual que el que se realiza con teatro tiene la particularidad de la observación de la relaciones que se establecen entre diferentes personajes y particularmente en el espacio simbólico de los títeres o marionetas, es más fácil observarlos distanciadamente, con menor implicación emocional que cuando se dramatiza y uno “se mete en el papel”, y es desde esta desidentificación del observador que se hace posible la observación y comprensión del juego en el que estamos metidos.
Cuando se habla de Arteterapia con frecuencia las personas preguntan cual es el criterio a la hora de recomendar una actividad expresiva.
Cada persona y cada situación requieren de una u otra forma expresiva, hay quien tiene una mayor facilidad para expresar sus sueños en imágenes que con palabras, y esa misma u otra persona es capaz de resumir una situación emocional compleja con un gesto o un sonido, a partir del cual se hace mucho más sencillo trabajar. Eso no significa que tengamos que dominar todas las técnicas expresivas sino que nos demos el permiso para utilizarlas liberándonos de juicios y exigencias. Lo ideal en Arteterapia es poder emplear la técnica que se adapta mejor a la persona y al momento, acompañarla en sus indagaciones y disfrutar con ella de sus descubrimientos.