Elvira Gutierrez – Publicado en rev. Gestalt nº 18 – 1998
Luisa es una mujer de 32 años, enferma de cáncer con alteraciones del comportamiento; mide 1.60 de estatura y está «cuadrada», la impresión visual es de un manojo de músculos apretados y en tensión.
Habla muy deprisa, con voz estrangulada, con gran agitación de gestos en las manos y la boca y, con frecuencia, inexpresividad en los ojos.
Comporamiento
Su mecanismo repetitivo es, en vez de reconocer que pide o que necesita, hacer como que da. Cuando me llama para que la ayude, suele comenzar por hablarme de algo que supone que me gusta, o por ofrecerme algo, como catálogos de arte viejos.
En su relación con el espacio ocupa tres veces el espacio de los demás asistentes, tanto en lo que se refiere al espacio físico, como al espacio de atención.
Relación con los materiales, lleva muchos, de muy mala calidad y poco organizados, que se van quedando esparcidos hasta un metro a su alrededor.
Relación verbal. Su forma habitual de llamarme primero y de retener mi atención después, es: Un grito imperativo «iElvira!, por favor» seguido de «estoy perdida» en voz baja y después una larga perorata en la que apenas puedo intervenir, que parece tuviera por finalidad tapar esa 1ª fase más espontánea de «estoy perdida». En su discurso las frases se hacen repetitivas, el tono se desenergetiza, se hace uniforme y el caos mental se manifiesta en que hay como una ausencia de dirección en las frases, no hay un comienzo y un final claro, sino como un encadenamiento.
Verbalmente no se relaciona con otros miembros del grupo.
ACTITUD
Creo que la calificación que mejor le encaja es Rebeldía.
No sólo se manifiesta esta actitud ante las propuestas de trabajo que la sugiero, sino también ante técnicas de utilización de materiales, e incluso de compra de determinados utensilios. También manifiesta su rebeldía hacia la estructuración de horarios y tiempos.
MANIFESTACIÓN PICTÓRICA
Después de varios intentos que no mantenían su atención más allá de media hora y que la dejaban siempre insatisfecha, el único tema que ha cuajado, en el que ha podido trabajar de forma continuada 7 u 8 sesiones y que ella ha valorado como una novedad en cuanto a mantener su interés en algo, ha sido, lo que definió como «un volcán que extiende su lava por todo el cuadro, con explosiones más grandes y menores».
METODOLOGIA
La única estrategia que se mostró útil en cuanto a técnica pictórica, fue la de ir valorando positivamente cualquier pequeño fragmento que a Luisa pareciese no disgustarle. Esto es, refuerzo positivo de aquellas áreas que ella previamente no hubiese invalidado, téngase en cuenta que su frase favorita era «esto es una mierda» y que la valoración por parte de cualquier persona de lo que ella ya había calificado de «mierda», era des-oida, y me atrevería a decir, que incluso escuchada como intento de engaño.
Paralelamente y según iba observando su relación con el espacio, los horarios y el desarrollo de su pintura, me pareció que podría serie de utilidad explorar la cuestión de los límites en el ámbito de la pintura, pero en lugar de marcar un límite fijo que pensé podría asimilar a frontera-regia-norma que la podía movilizar de nuevo hacia la rebeldía, fui haciendo le- ves sugerencias de concentrar más la atención, la fuerza de¡ cuadro hacia el centro, dejando más espacio hacia el exterior. Al tiempo que iba poniéndole límites en su relación conmigo y en sus intentos de acaparar la atención.
No le puse límites en cuanto a la ocupación de espacio en la sala y fue la relación con el grupo, la que de forma natural se los fue marcando .
ANÁLISIS
Cuando supervisé este caso, confirmé que mi actuación de «recordarle» que existen límites en la conducta social, jugándolo a la vez metafóricamente a través de la pintura, era conveniente para ella y su relación con el entorno.
Pero más importante aún, era el hecho de que podía estar hablando metafóricamente de su cáncer «un núcleo central agresivo, que tiende a expandirse por todo el cuadro-cuerpo». Y en este sentido, limpiar, poner blancos, reducir de tamaño, concentrar … sería muy importante para ella y su salud.
Una vez más, podemos hacer lecturas simultáneas a diferentes niveles y observar como confluyen:
– Luisa se manifiesta «perdida».
– Su pensamiento no lleva una dirección clara, está perdido en la actividad, hacia afuera.
– Su cuadro tiende a perderse hacia afuera.
– En su relación social el núcleo está cerrado -no comunica- y al mismo tiempo en lo externo se extiende e invade.
– En su enfermedad, hay un núcleo de células enfermas que se extienden y devoran lo de alrededor.
La terapia aplicada en esta fase de su proceso tenía como objetivo ayudarla a CENTRARSE, a ponerse o respetar los LIMITES, a reducir el núcleo del problema, a desarrollar su capacidad de CONCENTRACIÓN y su atención.